miércoles, 12 de agosto de 2020

Pueblos que fueron. Polvoranca.

Sobre una breve loma, cerca de la laguna de la Recomba y el arroyo Culebro se alza la que un día fue la aldea de Polvoranca, germén del actual Leganés, a quien pertenece en la actualidad. Abandonada y arrasada en el siglo XIX, sus restos languidecen en medio del abandono y la desidia, cercados por una valla que impode el paso, por su seguridad, a los intrusos. Hoy recorremos sus ruinas, siempre desde lejos, lamentando su maltrecho estado.
La historia de Polvoranca se remonta, según algunos autores, a la Alta Edad Media, aunque lo poco que hoy podemos contemplar podría datarse en torno al siglo XVII, época en que la imponente iglesia de San Pedro Apóstol, que hoy se mantiene, a duras penas, en pie. Se dice que fueron Francisco y Juan Gómez de Mora, quienes levantaron su estructura sobre la planta de una antigua ermita medieval. Hoy, debido a su lamentable abandono, ha colapsado parte de la nave del Evangelio, mientras que la nave de la Epístola aguanta con orgullo el paso del tiempo y la desidia del ayuntamiento de Leganés, al que pertenece.
Junto a la maltrecha iglesia se encuentran los restos de una antigua torre, en cuyos muros existió un blasón, hoy desaparecido. Sea cual fuere su origen, su visión en la actualidad todavia muestra que, en sus momentos de gloria, Polvoranca pudo ser más que una simple aldea. 
Alrededor de estas venerables ruinas se encuentran restos de construcciones de piedra que pueden corresponder a los edificios que fueron incendiados a resultas de una epidemia de peste que asoló el lugar en el siglo XIX. 
Las ruinas de Polvoranca denotan un evidente abandono que presagian un cercano colapso. Proteger y consolidar sus restos, en especial la matrecha torre y los muros y bóvedas de la iglesia de San Pedro ad Vincula, se hace más que necesario. Aún no es tarde, pero el tiempo apremia.
Retomaremos en esta entrada una vieja tradición que abandonamos en nuestros últimos artículos, que es el video con un amplio reportaje fotográfico del lugar que visitamos. Aquí lo tienen, improbables lectores. Que lo disfruten. 

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