Entre los restos que conservamos de nuestra Prehistoria se encuentra el solitario y enigmático Menhir del Cabezo, ubicado en las inmediaciones de la localidad cacereña de Alcántara, en cuyos alrededores pueden encontrar restos de antiguos dólmenes, recuerdo de nuestra historia más remota. Hoy nos acercamos hasta este lugar, dejándonos envolver por la historia y el misterio que emana su entorno.
El Menhir del Cabezo, descubierto en épocas recientes, concretamente en 1991, es un bloque de granito procedente de sus alreddeores, abundante en este tipo de piedra. Sus medidas impresionan: 4,65 metros de altura y 1,20 metros de diámetro, con un peso que alcanza las 12 toneladas, siendo uno de los más grandes levantados en España. El menhir, según los estudios arquológicos, se remonta al V milenio antes de Cristo y se alza sobre un pequeño cerro, o cabezo, del que recibe su nombre.
El Menhir del Cabezo muestra en su contorno diversos petroglifos, una serie de cazoletas de forma circular, grabadas en diferentes midiendo las más grande entre los 15 y los 25 centímetros. Desgraciadamente, el vandalismo también se ha cebado con este megalito, pudiendo leerse inscripsciones modernas, incluido algún nombre propio, muestra del escaso valor que recibe en la actualidad patrimonio histórico y cultural.
Durante muchos años, el Menhir del Cabezo conoció el abandono, quedando tumbado y olvidado durante años. Por fortuna, fue puetso en valor y rehabilitado, recuperando su posición original en 2015, como consecuencia de una investigación arqueológica iniciada varios años antes.
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