En el lugar en que el río Luiña entrega sus aguas al Narcea se alza un pequeño barrio de casas blancas y calles empedradas. Lo descubrimos cruzando el moderno Puente Colgante de Cangas de Narcea y, alertados nuestros sentidos, nos encaminamos hacia allí. Es el barrio de Emtrambasaguas, uno de los más antiguos de la bonita villa canguesa. No en vano, fue una parroquia independiente hasta finales del siglo XIX.
La parroquia de Santa María de Ambas Aguas (está es su antigua denominación) fue suprimida en 1892, merced a D. Ramón Martínez Vigil (1840-1904), Obispo de Oviedo, quien reorganizó las parroquias asturianas, lo que, por otro lado, era evidente que en algún momento debía hacerse. Una de estas medidas fue la anexion, no sin protestas, de Ambas Aguas, o Entrambasaguas, a Cangas del Narcea, que entonces era conocida como Cangas de Tineo.
La parroquia de Santa María de Ambas Aguas (está es su antigua denominación) fue suprimida en 1892, merced a D. Ramón Martínez Vigil (1840-1904), Obispo de Oviedo, quien reorganizó las parroquias asturianas, lo que, por otro lado, era evidente que en algún momento debía hacerse. Una de estas medidas fue la anexion, no sin protestas, de Ambas Aguas, o Entrambasaguas, a Cangas del Narcea, que entonces era conocida como Cangas de Tineo.
Entremos en el caserío de este barrio llegando hasta su única plaza, presidida por el testero de la Capilla del Carmen, construida en el siglo XVIII, y lugar de culto de la Virgen de misma advocación, cuya imagen se conserva y se venera en su interior. Destaca su ágil espadaña, así como un deteriorado relieve sobre su puerta, probablemente de origen romano, y el escudo de la orden carmelita que adorna su fachada.
A su lado se alza el palacio de los Uría y Queipo de Llano, obra dieciochesca, en cuya fachada se puede leer quien la construyó, Juan de Uría, y el año en que este esplendido edificio fue levantado, 1712. Doblando la esquina encontramos muestra un bonito escudo de armas, vestigio de la importancia del edificio en épocas pasadas.
Nuestro paseo nos lleva hasta el monumento más destacado de Emtrambasaguas, el magnífico puente de curva estructura que salva los últimos metros del curso del río Luiña, antes de fundir su cauce con el del Narcea. Pese a su nombre, se le conoce como Puente Romano, su factura es plenamente medieval, con la típica forma en lomo de asno y arcos apuntados, probablemente de los siglos XIII o XIV. Reformas posteriores le dieron el aspecto que hoy podemos disfrutar.
Nuestro paseo nos lleva hasta el monumento más destacado de Emtrambasaguas, el magnífico puente de curva estructura que salva los últimos metros del curso del río Luiña, antes de fundir su cauce con el del Narcea. Pese a su nombre, se le conoce como Puente Romano, su factura es plenamente medieval, con la típica forma en lomo de asno y arcos apuntados, probablemente de los siglos XIII o XIV. Reformas posteriores le dieron el aspecto que hoy podemos disfrutar.
Junto al puente se extiende el Prau del Molín. Recibe su nombre de un antiguo molino, cuya estructura aún se mantiene en pie junto al río Luiña. Es aquí donde, durante las fiestas del Carmen, se realiza una de la mayor manifestacion cultural del lugar, la Descarga. Por ello, aquí se alza un monumento al Tirador, inaugurado en 2012. Animamos a nuestros improbables lectores a acercarse hasta este pequeño barrio y disfrutar de esta fiesta. Merece la pena.
Una vez que nuestro sentidos se han llenado de la esencia de este antiguo y bonito lugar, abandonamos sus calles para conocer el resto de Cangas del Narcea. De aquella inolvidable jornada daremos cuenta en posteriores artículos.
Una vez que nuestro sentidos se han llenado de la esencia de este antiguo y bonito lugar, abandonamos sus calles para conocer el resto de Cangas del Narcea. De aquella inolvidable jornada daremos cuenta en posteriores artículos.
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