viernes, 15 de noviembre de 2019

La estación de La Puebla de Híjar.

La inexorable decadencia que sufre el ferrocarril convencional, en aras de esa gallina de los huevos de oro mal entendida que es la alta velocidad, provoca que estaciones de cierta importancia y de una importante categoría se encuentren reducidas a meros apeaderos con escasos servicios al día. Un ejemplo es La Puebla de Hijar, ubicada en la comarca del Bajo Martín, en la provincia de Teruel.
Vista general del edificio de viajeros. (Fotografia: Mario Sánchez Cachero)
La estación se encuentra situada en el punto kilométrico 412,6 de la línea de ferrocarril que une Zaragoza con Tarragona. El edificio actual fue construido en 1917, a expensas de la poderosa Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante (MZA), aunque la historia ferroviaria de La Puebla de Híjar se remonta a 1879, cuando entró en servicio el tramo entre esta localidad y La Zaida, perteneciente a la linea entre Zaragoza y La Val de Zafán, a cargo de los Ferrocarriles Carboníferos de Aragón, que actualmente forma parte de la Vía Verde de la Val de Zafán, cuyo punto de inicio se encuentra en este lugar.
Playa de vías, dirección Zaragoza, con vagones y plataformas estacionados en vías de apartado.
(Fotografia: Mario Sánchez Cachero)
El edificio de viajeros consta de tres alturas, disponiéndose en la planta baja el vestíbulo, las alas de espera, el despacho de billetes y las instalaciones del personal de la estación, mientras que las dos plantas superiores estaban ocupadas por viviendas. Varios detalles llaman nuestra atención. Uno de ellos es el bonito y artístico remate que corona la estación, con las iniciales de la operadora MZA. El otro son las bonitas farolas de inspiración modernista que alumbran las fachadas del edificio de viajeros. 
Detalle del remate del edificio de viajeros, con el anagrama de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante, propietaria de la estación entre 1917 y 1941. (Fotografia: Mario Sánchez Cachero)
El declive del ferrocarril afectó de lleno a la localidad, perdiendo servicios y personal hasta que, en 2015, la estación fue cerrada y reducida a un simple apeadero, sin personal encargado, función que mantiene en la actualidad. 
Detalle de los rótulos cerámicos del edificio de viajeros. (Fotografia: Mario Sánchez Cachero)
Junto a la estación, bien conservado y restaurado, se alza el edificio de mercancías (no puede decirse lo mismo de su playa de vías, invadida por un verde manto de hierba), junto al cual se conserva una oxidada grúa, vestigio de lo que, antaño, fue esta estación.
Vista general del tinglado de mercancías. (Fotografia: Mario Sánchez Cachero)
Para finalizar, como es costumbre en esta bitácora, ofrecemos el vídeo siguiente, con más imágenes de la estación de La Puebla de Híjar.

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