sábado, 7 de septiembre de 2019

El cementerio de Sad Hill.

Los aficionados al cine tiene en Sad Hill una cita obligada. ¿Quien no recuerda aquel mítico duelo final entre Clint Eastwood, Lee van Cleef y Eli Wallach en la escena final de El bueno, el feo y el malo? Hoy visitamos el escenario de esa larga y legendaria secuencia, el cementerio de Sad Hill.

En pleno valle del río Arlanza, a escasos cuatro kilómetros de Santo Domingo de Silos, el director italiano Sergio Leone encontró el lugar que buscaba para recrear los paisajes de Nuevo México. Este fue el sitio en que se filmaría el clímax de la película, una larga secuencia de más de un cuarto de hora de duración, aderezada por la maravillosa música del genial Ennio Morricone, en la que los tres protagonistas se encuentran rodeados de cerca de 5000 tumbas. En su construcción participaron militares del Ejército español, que cobraron entre 250 y  900 pesetas,según la graduación que tuviera cada uno de ellos. Era el año 1966.
Cincuenta años después, un grupo de personas procedente de los pueblos cercanos quiso encontrar este lugar y empezó un largo proceso de recuperación, durante el cual llegaron a emprendern una campaña de micromecenazgo. Finalmente, la Asociación Cultural Sad Hill consiguió su objetivo, y el cementerio renació de sus cenizas.
Una de las fuentes de financiación con que contó la asociación fue muy peculiar: la campaña, ya cerrada, "Apadrina tu tumba", en la que, por una módica cantidad, el nombre del mecenas aparecerá escrito en una de las cruces que señalan las ficticias sepulturas.
A poca distancia de este lugar se alzan las ruinas del monasterio de San Pedro de Arlanza, ahora en proceso de restauración, cuyo interior sirvió de escenario para otras escenas de la película.
Terminamos, como es tradicional, con un video en el que se pueden ver más fotografías de nuestra visita a este lugar, la cual hicimos con nuestros amigos de Rumbo Natura, a quienes agradecemos de nuevo el magnífico viaje que nos ofrecieron. 

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