El 22 de diciembre de 1950, Vallecas perdía su autonomía municipal y se integraba, como un barrio más, en el término municipal de Madrid, siguiendo el camino de doce pueblos más que vieron como sus ayuntamientos se absorbían en el madrileño. Hoy, más de medio siglo después, aún se pueden ver signos del viejo Vallecas, de cuando aún no era Madrid.
Pasearemos por el Puente de Vallecas, antiguo arrabal vallecano que acabó albergando más habitantes que la Villa de Vallecas, núcleo original y germen del desaparecido pueblo, hasta encontrarnos con un
primer recuerdo, quizás el que más valor histórico, pese a su más que lamentable estado de conservación. En plena Avenida de la Albufera, la que antaño fuera la primera carretera de Valencia, encontramos dos lápidas de azulejos en las que podemos leer, mejor diríamos que adivinar, «AVENIDA DE ALFONSO XIII», nada menos que el nombre de esta calle en la época en que este rey ceñía la corona de España. Sobre el nombre, un óvalo picado a martillazos ¿quizás el retrato del monarca? y dos escudos, también con las coronas borradas. Uno es el de España, mientras que el otro corresponde al blasón muncicipal de Vallecas.
Justo enfrente encontramos la Junta Municipal de Distrito del Puente de Vallecas, un solemne edificio que antaño albergó la última sede del Ayntamiento vallecano, en cuyo Salón de Plenos, muy bien conservado en la actualidad, se llevó a cabo aquella sesión histórica del 22 de diciembre de 1950, en que el equipo de gobierno de Vallecas cedia sus poderes municipales a Madrid.
No muy lejos, entre las calles de la Concordia, del Puerto del Monasterio y Sierra de Cameros, se alza un sobrio edificio presidido por un venerable escudo, en cuya bordura se puede leer «AYUNTAMIENTO DE LA VILLA DE VALLECAS». Estas eran las armas municipales de Vallecas, y su gran importancia y valor históricos lo encontramos en el armazón metálico que lo rodea, protegiéndole de las inclemencias del tiempo y de posibles actos vandálicos. Este edificio, cuya imagen encabeza esta entrada, fue, entre 1930 y 1946, la sede del Ayuntamiento de Vallecas, dede su traslado desde la Villa vallecana hasta su mudanza al inmueble de la Avenida de la Albufera.
Hoy día, este inmueble alberga un Centro de Atención a las Adicciones y la Biblioteca Municipal del Puente de Vallecas, función que ya albergaba en su época de casa consistorial, ya que fue ianugurada en el año 1933, sólo permaneciendo abierta desde entonces, salvo en los años de la Guerra Civil, que tanto castigó a Vallecas, y entre 1976 y 1980, en los que sufrió una profunda remodelación. Queda un recuerdo de aquella primera biblioteca en forma de azulejos, visible todavía sobre el dintel de su primitivo acceso, en la calle de Sierra de Cameros.
No serán estos los únicos vestigios del viejo Vallecas. Seguro que queda alguno más, esperando que un ojo atento y observador los descubra.
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