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miércoles, 20 de enero de 2021

Un puente sin río.

Vivimos tiempos en los que viajar se ha convertido en una afición imposible. La pandemia hace que conocer nuevos lugares sea sólo una ilusión y tan sólo nos quede evocar excursiones pasadas. Hoy queremos hacer eso, recordar antiguos paseos, por lo que dirigimos nuestra mirada, y nuestro recuerdo, a Olloniego, una pequeña aldea asturiana, perteneciente al concejo de Oviedo. Allí se encuentra la maltrecha estructura del Puente Viejo, o La Ponte Olloniego, bajo la cual no discurre ningún río.
Vista general del Puente Viejo de Olloniego.
De probable origen romano, fue reformado en el siglo XII, aunque su construcción actual se remonte al siglo XIV, como delata su característico perfil de «lomo de asno», con tres ojos, originalmente fueron cinco, el central de mayor altura, provisto de un airoso arco ojival. No sería esta la última intervención en el puente: está documentada la reparación del mismo en el siglo XVI.
El Puente Viejo de Olloniego, con la fábrica gótica del arco central, ante la calzada de la carretera AS-116.

Construido en el trazado del antiguo Camino Real de Castilla, permitía salvar el cauce de río Nalón hasta que, en 1676, una riada modificó su curso, dejando al viejo puente medieval alejado de su nuevo cauce y condenado a un progresivo abandono que ha debilitado gravemente su estructura, hoy dominada por la vegetación.
 Detalle de la fábrica medieval del Puente Viejo.

A pocos metros de este puente se alza un conjunto, también de origen medieval, formado por la Torre de Muñiz (siglo XIV), el Palacio de los Quirós (siglos XVI-XVIII) y la iglesia de San Pelayo, de probable origen prerrománico, y de la que quedan en pie el ábside románico y el arco del triunfo, convertidos en capilla del cementerio parroquial. 
Ruinas del Palacio de los Quirós y la Torre de Muñiz. En la parte derecha de la imagen se ve la espadaña que corona los restos de la iglesia de San Pelayo.

Hubo planes de recuperación y restauración del puente y el conjuneto palaciego de Olloniego, aunque desconocemos que fue de ellos. Esperamos que pronto podamos llegar hasta allí y comprobar su estado actual, disfrutando de nuevo de nuevo de su hermoso entorno.


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