Hoy recordamos un paseo que hicimos hace ya algún tiempo por la Senda Peatonal de Serín, un parroquia perteneciente al concejo de Gijón. Es una ruta corta, de apenas cuatro kilometros, que alargamos un poco más al caminar, sin prisas y deteniéndonos en numerosas ocasiones.
Iniciamos nuestro breve paseo en la estación de tren de Serín, hoy reducida a apeadero de la línea C1 de Cercanías y del Regional entre León y Gijón. La elección de este punto como no es casual, ya que la senda que vamos a recorrer fue el primitivo trazado del ferrocarril por este lugar, abandonado en 1978 al duplicarse la vía, única hasta entonces.
Con 178 metros de longitud y una altura máxima de 18 metros, el Viaducto de Belescún es uno de los puentes ferroviarios más importantes de Asturias. Bajos sus arcos discurre hoy el incesante tráfico de la las calzadas de la autopista A-8, en dirección a Avilés, parte de la famosa "Y", cuyo trazado se divide a escasos metros de aquí.
Los siguientes metros forman una larga recta de aproximadamente un kilómetro de largo que terminan un una pequeña y pronunciada curva, junto a las actuales vías. En algunas parte de este tramo encontramos los muretes de contención que delatan de forma inequñivoca el pasado ferroviario de esta senda.
Sólo nos queda dar la vuelta y desandar nuestro camino, aprovechando para visitar la parroquia de San Miguel. De origen románico, fue restaurada en 1938 y 1966, conservando de su fábrica original una interesante portada y varios canecillos.
Finalmente, regresamos a la estación para tomar nuestro tren de vuelta, no sin reponer fuerzas en La Y de Serín, el agradable restaurante de la localidad, cuya visita recomendamos vivamente desde aquí.
Los datos técnicos del viaducto de Balascún han sido tomados de Adecuación del viaducto ferroviario de Serín como pasarela peatonal, del arquitecto Valentín Arrieta Verdasco, (LIÑO. Revista Anual de Historia del Arte, número 24. Año 2018 (págs. 131-138).
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