Los molinos de Tembleque.

Los molinos de viento constituyen una de las señas de identidad más características de la región castellana de La Mancha. Hace varios meses visitábamos el molinar de Alcázar de San Juan, y hoy nos desplazamos hasta la localidad toledana de Tembleque, donde divisamos un pequeño conjunto de molinos. 

A escasa distancia de la Villa de Tembleque, sobre un pequeño cerro junto al camino de Villacañas, se alzan tres molinos de viento. Dos de ellos fueron restaurados, mejor dicho reconstruidos desde sus cimientos, y hoy se muestran en todo su esplendor, con su cuerpo encalado y sus aspas restituidas. A pocos pasos se encuentran las ruinas de un tercero, del que apenas resta el cilindro de piedra que formaba su estructura. 

Tembleque tuvo, a lo largo de su historia, hasta seis molinos. Aparte de los tres que ocupan nuestra entrada de hoy, existieron otros tres ingenios, de los que ya no quedan restos, salvo las ruinas del molino de Gaspar Torres, visibles en las cercanías del actual cementerio temblequeño.

En el Cerro de los Molinos se contruyó la ermita de San Cristóbal, inaugurada en 1641. Al parecer, a mediados del siglo XVIII todavía estaba en pie, por lo que los molinos que hoy visitamos pudieron ser construidos a finales de dicha centuria, permaneciendo en funcionamiento hasta el siglo XX, cuando quedan abandonados, siendo pasto del olvido y la ruina hasta su reciente recuperación.

La información mostrada en esta entrada ha sido extraída del magnífico blog Todo Tembleque, cuya lectura recomendamos desde nuestra modesta bitácora.