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jueves, 4 de junio de 2020

El Templo de Debod... a través del cristal.

En los albores del Egipto ptolemaico se levantó un pequño templo consagrado al dios Amón que posteriores monarcas enriquecieron y ampliaron hasta dar forma al templo que hoy, dos mil años después, podemos contemplar y disfrutar en Madrid. Hablamos del Templo de Debod. Hoy visitamos su milenaria estructura de una forma diferente. Lo contemplaremos a través de una bola de cristal.
Un templo y dos pilonos rodeados de una lámina de agua, débil remedo del río Nilo junto al que se construyó originalmente este templo, cerca de la Primera Catarata, en la frontera del viejo Egipto faraónico con el reino de Meroe, uno de cuyos soberanos, el rey Adijalamani (siglo II a. C.) ordenó la construcción del Templo de Debod
Las aguas de la presa de la Primera Catarata, construida a finales del siglo XIX, hizo daño a sus piedras y destruyó irreversiblemente sus pinturas. Pero sería la gigantesca Presa de Asuán la que amenazaba on su destrucción definitiva, ya que quedaría totalmente inundado por su aguas. La colaboración internacional, la de España incluida, consiguió salvar este templo junto a otras joyas del Egipto faraónico, como son los Colosos de Mennon o el superlativo Templo de Abu Simbel. 
Madrid acogió al Templo de Debod, cuidadosamente desmontado y recontruido en el amplio solar que dejó el tristemente célebre Cuartel de la Montaña, en lo alto de la llamada Montaña del Príncipe Pío. Inaugurado en 1972, los rigores del clima madrileño, muy diferente del valle del Nilo, amenazan su milenaria arquitectura, a la espera de la construcción de una cubierta que la proteja y garantice su conservación.
Siguiendo con la tradición de esta modesta bitácora, dejamos paso al siguiente vídeo, con más imágenes del Templo de Debod, visto a través del cristal.

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