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domingo, 7 de abril de 2019

Entre el cabo de Matxitxako y San Juan de Gaztelugatxe

La costa vasca esconde enclaves de gran belleza y sobrecogedora espectacularidad. Uno de ellos es la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, en la localidad vizcaína de Bermeo, a la que llegamos en una bonita y sencilla ruta cuyo inicio lo situamos en el cabo de Matxitxako, situado en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Iniciamos nuestra ruta en un merendero, desde el cual descendemos hasta la torre del antiguo faro del cabo de Matxitxako, construído en 1852. Estuvo en uso hasta el año 1900 y, entre 1854 y 1863, fue la escuela de guardafaros de Vizcaya. Desde aquí podemos ver "La Gaviota", una antigua plataforma de extracción de gas que se mantuvo en uso entre 1986 y 1995.
Desde aquí divisamos el actual faro, construído en 1900. En 1937 se electrificó y en la actualidad es totalmente automatico. En él se jubiló el último farero de Vizcaya.
Desde aquí divisamos igualmente la isla de Aquech, un promontorio rocoso, casi inexpugnable, de escasa vegetación, y, tras ella, el islote de Gaztelugatxe, al que nos dirigimos en nuestra ruta de hoy, con la ermita de San Juan en su cima.
Una vez saciada nuestra vista con las hermosas vistas que nos ofrece el cabo de Matxitxako, regresamos hasta nuestro punto de inicio, desde donde nos dirigimos hasta una antigua carretera, ya en desuso, por la que llegaremos hasta San Juan de Gaztelugatxe.
Pronto nos encontramos com la escultura "Matxitxakoko Guda", obra de Nestor Basterretxea (1924-2014), en recuerdo de los marineros muertos en la batalla del cabo de Matxitxako, el 5 de marzo de 1937.
Por fín, tras una breve parada en un local de hostelería, en el que aprovechamos para reponer fuerzas y, de paso, aliviar nuestras vejigas, iniciamos el camino hacia San Juan de Gaztelugatxe, un antiguo islote aislado al que ahora podemos acceder gracias a puente y un camino de doscientos escalones. 
Cuenta la leyenda que San Francisco de Asís visitó esta zona, dejando impresas cuatro huellas en diferentes lugares. Una de ellas se encuentra aquí, en la escalinata de acceso a la ermita.
A lo largo de la escalinata se encuentra un Via Crucis, colocado el año 1891, cuyas paradas nos efrecen hermosas vistas del entorno.
El día en que hicimos esta ruta fue especialmente caluroso, lo que hizo que el ascenso hasta la ermita se hiciese más difícil de lo habitual. De repente, una inscripción en uno de los escalones no hizo detenernos: estábamos en el escalón 200.
¡Ya queda menos!
La historia de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe se remonta al siglo X, sufriendo a lo largo de su historia diferentes incendios y ataques, uno de ellos a cargo del célebre corsario inglés sir Francis Drake, que han alterado su arquitectura. 
Antes de abandonar este mágico lugar, cumplimos con la tradición y pedimos un deseo mientras hacemos sonar la campana que aquí se encuentra. Esperemos que algún día de haga realidad.
Nos detenemos un instante para disfrutar de la hermosa vista que nos ofrece este lugar, divisando la localidad de Bakio y su playa, en la que podremos relajarnos y descansar una vez finalizada nuestra ruta.
Terminamos esta entrada, como es tradición en esta página, con el siguiente vídeo, en el que ofercemos un completo reportaje fotográfico de nuestra ruta de hoy.

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